sábado, diciembre 18, 2010

LA NAVIDAD











Un árbol a dos velas,


sólo y desdichado


tirando lágrimas obesas


e hinchándose a bollos congelados.


Hecho un paño negro y sucio.



Y con las manos bien pesadas...


se pone las zapatillas


y se va a la cama.




viernes, diciembre 17, 2010

NAVIDAD

¿Y si te adornas con lazos blancos?


Ya sé que estás triste,

ya sé que te falta la boca para enamorar,

que tu cuerpo lo habitan viejas ternuras;

pero puedes empolvarte con sueños dorados

y tocar baladas que imiten

zambombas.


Pon en tu vida un puente

que atraviese una hebra de papel de plata.

No importa si no puedes cruzarlo,

no importa si no sonríes:

nadie te mira.


Sal a la noche de espectros coloridos,

disfraza tu sombra de amigo invisible.

Roba veinticinco campanillas

para ponerlas en la guantera

y luego escucha su jubiloso funfuneo.

Ya sé que eso te hará llorar,

pero no habrá testigos.


Visita objetos superfluos

expuestos en bazares tras nieves de harina.

No hay regalo que te colme,

ni compra que alivie tus fracasos.

Tampoco nadie notará tu presencia.


¿Y si te adornas con lazos blancos

y escondes tu encanto bajo un cono iluminado?

Cuando todo pase

quizás alguien te descubra.

sábado, diciembre 11, 2010

LOS AÑOS

Año tras año, y más cumpleaños
esto siempre sigue así.
No hay ejército que lo cambie
ni tornado que lo derrumbe,
no hay nada, nada que lo quite de ahí.

Cada año uno cambia,
pero sigue siendo igual,
ya no hay nada que aplazar,
una tarta, unas velas,
siempre lo mismo verás,
más regalos, más tarteras,
ya nada puede cambiar.

Pero si lo miras perplejo,
como si fueras un viejo
a lo mejor lo consigues redactar.

miércoles, diciembre 01, 2010

SOY UNA NUBE DESABRIGADA

Soy una nube desabrigada recorriendo el cementerio,

soy una oruga blanca que escala vértebras de mi columna,

soy el hastío de una muchacha envejecida,

y el esmalte rosa que cubre un limbo disoluto.


Tengo una hilera de hormigas

dibujando escalofríos

a lo largo de la espina dorsal.


Un esbelto galgo cano

prende la estufa

de mi hueco nefrítico.


Hay gabanes y guerreras y pellizas

y ponchos y guardapolvos

aguardando en el sobrao.


Soy una esbelta nube cana que recorre el cementerio,

una oruga desabrigada escalando escalofríos,

una muchacha rosa desvencijada,

oculta en el sobrao bajo capotes y trencas.