miércoles, diciembre 06, 2006

SONETO EFÍMERO

La estela del recuerdo de un aroma,
el eco de la brisa de tu voz,
el vago olvido de aquel sueño atroz,
la falsa memoria de un viaje a Roma.

La pausa que se hace tras la coma,
el roce de una aguja del reloj,
el punto justo de un grano de arroz,
el momento en que un mito se desploma.

Efímera, inasible, escurridiza,
como la risa, como ese color:
el de la lágrima que se desliza

por tu atenta mirada de estupor.
Como el temblor de mi pasión huidiza.
Así ha sido nuestra historia, mi amor.

EL RATÓN DE LA VERDAD Y OTROS

EL RATON DE LA VERDAD

Ratón coloreado,
a mis brazos salados,
dice a mis brazos
rosa podrida,
a la luna se asoma
con su rosita muerta.

LA ROSA ROSITA

Rosa rosita
dime a mis brazos
¡qué saladita!

Límpiate al sol,
con toda mi alma,
que dice tu esposo
a la luz de la luna
nunca se miente.

TU CORAZÓN ESTÁ VIVO

Rosa rosita
dime a mis brazos
el cielo está dulce y salado
con todo esposo.

Te dicen a ti
que tu alma de poesía
vale para mí.
Hace las cosas
muy bajas muy altas.

Me dicen a mí
tu corazón está vivo.


24 de octubre de 2006

SONETO DE OTOÑO

Es otoño y la lluvia me marchita,
hoy el viento se enreda entre mis venas
y en mi sueño tres ánimas en pena
se enzarzaban contra mil margaritas,

deshojaban mis páginas no escritas
alegando que no olía a hierba buena.
Una sombra deslucía la escena,
una niebla que mis sueños habita.

Hoy he visto molinos de tres aspas
enredando la sombra de mi nube.
Es otoño y hay humo que no sube

y paraguas, y setas. Suena un arpa.
Todo es ocre. Hay algo que me falta:
tú no estás, hoy no estás, y ayer te tuve.

MI LUNA Y MI ROSA

Tengo una luna de miel
entre las rosas del rosal de mi madre,
y entre el cielo y las estrellas.
Y entre las estrellas tengo una rosa,
la rosa más bonita de Portugal e Indonesia.

Ella nunca ha estado en la tierra.
pero cuando late mi corazón
siento que sí está.

Y al fin de todo vi algo,
algo que no había visto nunca,
era mi misma rosa en el cielo,
me saludaba con sus hojas blancas y azules.

Y ayer inventé esta poesía,
que siempre está dentro de otra.

Y al fin mi poesía se acabó.

lunes, octubre 02, 2006

LUNA

Su luz era pálida,
se llamaba Luna
y un día la perdí.

A Luna le brillaba la risa.
Recogía en el aire mis bromas
y las convertía en carcajadas
que le rebosaban.

Era mi fetiche
y mi charco de lágrimas,
pero un día la perdí.

Luna soñaba cuentos,
su idioma era el baile.
Iba perdiendo música
por un agujero de su bolsillo.

Nos hicimos amigas
una tarde de mucho calor.
Yo me desnudé primero.
Corrimos juntas
descalzas por el césped.

A veces
el mundo se inundaba
con sus gotas de angustia.

Un día voló.
El tiempo se paró un momento
para verla en el aire.

Tenía nombre de astro,
su risa hacía eco en el infinito.

Tenía una parte oscura, lo sé,
una cara oculta que la hacía infeliz.

Un día se giró y la perdí.

La sombra de su ausencia
se extendió sobre mi mundo.

Y ahí seguirá para siempre
aunque Luna se gire otra vez.